Acérquense, por favor, no sean tímidos. El oso pardo es una especie cada vez más amenazada en la península, y lo que tienen delante es un ejemplar único. No se lo pierdan. Avancen un poco más, sin miedo. ¿Ven esta línea del suelo? Tienen que ponerse delante, justo en el espacio que queda entre la raya roja y la barandilla. Es un poco estrecho, lo sabemos, pero estamos seguros de que serán comprensivos. Ahora permanezcan ahí, una vez sobrepasada la línea, y hagan todo el ruido que puedan. Griten, golpeen el suelo con los pies, agiten los brazos con fuerza… Es la mejor manera de que el animal se ponga nervioso. Si alborotan lo suficiente el oso se acercará y, tras un buen zarpazo, se comerá a uno de ustedes. Preparen sus teléfonos móviles para grabarlo todo, no los suelten por lo que más quieran. Están a punto de presenciar un espectáculo irrepetible.