La aplicación del tiempo en el móvil me dice que hoy va a hacer sol. Por la mañana, al levantarme, hay una niebla cerrada que no me deja ver el edificio de enfrente. Por la tarde, una capa de nubes grises cubre el cielo. Yo, por si acaso, sigo actualizando la aplicación sin descanso, y un sol radiante me saluda cada vez que miro el teléfono. La tecnología no debería burlarse así de los humanos.
A falta de sol, aparece en el cielo un helicóptero. Sobrevuela la ciudad durante casi una hora. Como no hay manifestaciones – obvio – me viene a la cabeza un mensaje de WhatsApp que avisaba, obviando todas las haches y signos de puntuación posibles, de que el Gobierno iba a fumigar “de forma secreta” para acabar con el virus, y que teníamos que cerrar bien las ventanas. A ver si es verdad, pienso, con las manos metidas en los bolsillos, en los únicos diez minutos del día que he pasado la terraza. Spoiler: no ha habido suerte.
#cuarentena #covid-19